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El icónico Buena Vista Social Club, fenómeno mundial de la «world music» y revitalizador de la música cubana tradicional, ha experimentado una nueva resurrección, esta vez en el escenario del Village de Nueva York, en lo que solía ser una iglesia y hoy es un teatro. La obra, encargada por el Atlantic Theater al cubanoamericano Marco Ramírez, narra la asombrosa historia de un grupo de músicos ancianos y empobrecidos en la Cuba del cambio de siglo, rescatados del olvido para grabar un disco que superó todas las expectativas.
El musical, de estilo muy alineado con Broadway, presenta un argumento básico que sirve como trasfondo para destacados números musicales. En el escenario, doce talentosos músicos, representando cuerdas, vientos, percusión y piano, brillan con una interpretación magistral, cosechando una gran ovación. Aunque los actores y cantantes cumplen dignamente, su acento norteamericano al cantar en español se nota en algunos momentos.
La trama se despliega en dos líneas temporales: 1956, el año de la revolución comunista, y 1996, cuando un productor llega a la isla con la intención de reunir a las estrellas del antiguo Buena Vista Social Club. Se destaca la historia de Omara Portuondo, aún viva a sus 93 años, y su hermana imaginaria, Haydée, en un conflicto familiar entrelazado con lo político. Mientras las hermanas eran estrellas del Tropicana en la Cuba precomunista, la revolución cambió sus vidas y cerró los clubes musicales, dejando a músicos como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Omara sin trabajo.
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La obra no se sumerge en la búsqueda detallada de estos músicos, como lo hizo la película de Wim Wenders, pero deja entrever la precariedad de sus vidas y la magia que significó la grabación del disco. La obra, que se presenta en una iglesia neogótica del Village hasta el 7 de enero, ha cosechado un enorme éxito, con casi todas las entradas vendidas hasta la fecha. Los espectadores acuden no solo por la trama, sino principalmente para disfrutar de la música en vivo, fiel al espíritu y la letra del icónico disco que catapultó al Buena Vista Social Club a la fama.
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